
Posiblemente uno de los grandes olvidados en el deporte en general es el aspecto psicológico. Por eso hoy os voy a hablar de un básico de la psicología deportiva, de un “must do” en el golf: la rutina.
Si bien es cierto que cada vez se le da más importancia, creo que se habla más de ello de lo que se pone en práctica en el campo, y mucho menos de lo que se entrena en el campo de prácticas.
Pensar, sentir y ejecutar
Estas son las tres palabras que tienes que grabar a fuego en tu mente si en la actualidad no aplicas ninguna rutina cuando juegas al golf: Pensar, sentir y ejecutar.
El objetivo de la rutina es mantener un estado psicológico óptimo en cada golpe, por lo tanto la rutina incluye tanto la preparación del golpe como la ejecución. De poco sirve estar durante los 18 hoyos (de cuatro a cinco horas) absolutamente concentrado. El desgaste físico que se produce por estar concentrado es demasiado para poder mantenerlo a un nivel adecuado.
Por lo tanto una de las cosas que la rutina nos permite es reducir ese desgaste físico, limitando el tiempo de máxima concentración a esos momentos previos al golpe y a la ejecución. Con esto no quiero decir que el resto del tiempo uno esté “a por uvas”, hay que mantener un estado de activación adecuado para no desconectar por completo.
Otras ventajas de la rutina son aumentar el rendimiento bajo presión y ayudar a que el jugador se comprometa con el golpe y a que mantenga la calma.
Pensar
Durante la fase de pensar debes analizar todos los factores implicados en el golpe, que aunque hay muchísimos, pienso que los siguientes son los básicos a tener en cuenta:
- Colocación de la bola en suelo
- Fuerza y dirección del viento
- Distancia
- Posibles obstáculos
En función de tu nivel, esta lista te puede parecer escasa o más que suficiente, pero desde mi punto de vista es un buen punto de partida.
En base a estos factores que has analizado te toca decidir que palo vas a utilizar y que tipo de golpe vas a ejecutar, y este sería un buen momento para tener en cuenta “el golf de los golpes buenos”…
Sentir
Una vez que has decidido el golpe y que te has comprometido con él, es el momento de pasar a la siguiente fase: sentir.
La fase de sentir la vivimos a través de los swing de prácticas, buscando las sensaciones que quiero de mi swing para el golpe que he decido ejecutar. En estos momentos tienes que conseguir entrar en un estado de tensión-relajación acorde con tus necesidades y mantener un solo pensamiento técnico en mente.
Ejecutar
Llega el momento de pegarle a la bola, el trabajo ya esta hecho. Busca una buen stance, una buena alineación y ejecuta el golpe. Repito, con un solo pensamiento técnico en mente.
Entrenando la rutina
Si intentas llevar a cabo esto directamente en una ronda de golf, estoy seguro de que no va a funcionar, porque tendrás que estar pensando y recordando de manera consciente qué tienes que hacer en la rutina y cómo quieres hacerla.
Como cualquier otra parte de tu juego, la rutina hay que entrenarla… Así que encuentra un rato tranquilo en el campo de prácticas, ponte en situación y… “piensa, siente y ejecuta.”